RELAJACIÓN FACIAL CON TOXINA BOTULÍNICA (BOTOX)
Tratamiento con botox
El tratamiento de relajación facial consiste en inyectar toxina botulínica tipo A en esos músculos, para impedir su contracción. La dosis necesaria es muy pequeña y se inyecta con una aguja muy fina, por lo que el tratamiento no resulta doloroso.
Cuando el músculo deja de contraerse, la arruga desaparece o, al menos, no se profundiza. Tres o cuatro días después del tratamiento, la piel queda lisa y sin arrugas, y el paciente adquiere un aspecto relajado y tranquilo.
El tratamiento se realiza normalmente en una sola sesión de apenas veinte minutos, tras la cual el paciente puede volver a su vida habitual.
El efecto relajante de la toxina botulínica desaparece gradualmente conforme se van regenerando las terminaciones nerviosas de los músculos, por lo que en un período de hasta seis meses se recupera toda la movilidad muscular. Si se desea mantener la piel lisa y sin arrugas por más tiempo, tendrá que repetirse el tratamiento.